EN MEMORIA A UNA MAESTRA

Si nos tomaríamos la libertad de escribir un epitafio sobre la tumba, última morada de quien hoy nos ha dejado físicamente, profesora Fidela Cencia Apacclla, diríamos:
“AQUÍ YACE UNA MAESTRA TRABAJADORA, VALIENTE Y HONESTA”.

Ejemplo de presentes y futuras generaciones.

Estas tres virtudes podrían resumir su paso por este mundo.

Honremos su memoria.

“La muerte no es el final”
Estas mismas palabras, vinieron a nuestra mente, el día en que tomamos conocimiento de la infausta noticia de la prematura desaparición de nuestra querida, respetada y recordada amiga y colega Fidela.
Creo que las palabras que mejor definieran a aquella mujer extraordinaria, no encontraría otra expresión que la de “autentica servidora de la educación”.
Como en pocas personas, vimos en ella, su alegría, su fuerza y su identidad con nuestra institución.Una mujer que ha sido y es ejemplo de trabajo, es la mejor herencia que ella deja a su querida familia, al colegio y a todos nosotros.
Fidela, fue una fiel servidora de la educación, extremadamente puntual, como pocos pueden serlo. Su carácter y su entrega, debe ser un orgullo para nuestra institución, ha de inspirar todavía, por mucho tiempo, a muchos maestros de nuestra comunidad.
Fidela Cencia, sigue viva, con su ejemplo, con su fortaleza entre todos nosotros.
Descanse en paz.
Honremos su memoria, siguiendo su ejemplo.

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1 comentarios:

Rocío Cencia Sarmiento dijo...

Gracias... a todos los colegas alumnos y amigos en general por todo el gran cariñño que demostraron tener hacia mi tía Juana F. Cencia A.